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lunes, 22 de abril de 2013

EL BEBÉ DEBE APRENDER A CALMARSE SÓLO

Una nueva investigación recomienda resistir la tentación de responder al llanto inmediatemente para que el niño aprenda a calmarse solo

 

Levantarse o no levantarse cuando el bebéllora por la noche, ese es el dilema de muchos padres. De hecho, es una las preguntas más frecuentes en la consulta del pediatra. Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Temple (EE.UU.), liderado por la profesor de Psicología Marsha Weinraub, apoya la idea de que es mejor dejar que el niño se calme solo y vuelva a dormirse sin ayuda.

«A los seis meses, la mayoría de los bebés duermen toda la noche, despertando a sus madres una vez por semana. Sin embargo, no todos los niños siguen este patrón de desarrollo», asegura Weinraub, experta en desarrollo infantil y relaciones padres-hijos.

Para el estudio, publicado en la revista «Developmental Psycology», Weinraub y sus colegas midieron los patrones de sueño de 1.200 niños de entre 6 y 36 meses. Sus hallazgos revelaron que existían dos grupos: durmientes y durmientes transitorios.

«Si mides a los bebés cuando están durmiendo, todos tienen ciclos de sueño de hora y media o dos horas, donde se despiertan y vuelven a dormirse», explica Weinraub. «Algunos de ellos lloran y gritan cuando se despiertan y a eso se le llama "no dormir toda la noche"», puntualiza la investigadora.

El equipo de Weinraub pidió a los padres que reportasen el número de despertares de sus hijos a los 6, 15, 24 y 36 meses. Concluyeron que a los seis meses de edad, el 66% de los bebés no se despertaron o se despertaron solo una vez por semana, con pocos cambios a medida que se hacían mayores. Pero un 33% de ellos se despertaron siete noches a la semana a los seis meses, reduciéndose a dos noches a los 15 meses y a una noche a la semana a los 24 meses.

De los bebés que no durmieron toda la noche, la mayoría fueron chicos y también se les detectó un temperamento más difícil. Además, las madres de estos niños tenían una mayor tendencia a la depresión y contaban con una mayor sensibilidad materna.

«Los resultados sugieren un par de cosas. Una es que los factores genéticos como el del temperamento difícil están implicados en los problemas de sueño tempranos», señala la investigadora, que recomienda a las familias consultar con un especialista cuando los problemas persistan más allá de los 18 meses.

Otra conclusión es la importancia de que los bebés aprendan a dormirse solos. «Si las madres se levantan con estos despertares nocturnos y/o si el bebé tiene el hábito de dormirse mientras le da el pecho, el niño no aprende cómo calmarse solo, algo que es fundamental para regular el sueño», advierte Weinraub.

«Los padres deben buscar rutinas para para ayudar a los bebés a calmarse. El mejor consejo es acostar a los bebés a la misma hora todas las noches, dejarles conciliar el sueño solos y resistir la tentación de responder al llanto inmediatemente», aconseja la autora del estudio.

 

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